martes, 29 de julio de 2008

Ciencia y Psicoanálisis: MAGIC CHIP, el chip que detecta malas interpretaciones


Por Fernändung
Se trata de un novedoso dispositivo que se implanta en el lóbulo frontal del paciente.
Por cada mala interpretación del psicoanalista, el chip –que se encuentra conectado al contenido inconsciente del paciente mediante ondas alfa a una frecuencia de 3Mhz- emite una respuesta que puede ser exteriorizada ya sea en la clásica forma “eeennnhh” de “respuesta incorrecta” (al mejor estilo televisivo de un Show Quiz), ya sea reproduciendo el sonido de la mismísima voz de Sigmund Freud diciendo “Ihre Mutter”(“Tu vieja”).

Según declaraciones, la eficacia y precisión del método analítico se incrementaría a niveles nunca antes previstos. “Antes uno interpretaba a ojímetro, ¿vio? Uno veía al chico medio inseguro y decía bueh, ‘padre ausente’, o a la chica medio histérica y atinaba un ‘le falta un falo’. ¡Pero ahora con el chip no podemos fallar!”, explica Norberto Maricca, presidente de la APA.

Este revolucionario invento nanotecnológico es el resultado de 3 años de intensa investigación de científicos del MIT. Sin embargo, no siempre las cosas salían bien; los primeros prototipos ocasionaban verborrágicas expresiones del Ello (por no estar bien configurada la frecuencia de muestreo) tales como “Te quiero dar mamitaa”, “Ay ay ay, tengo miedo de que me rebanen el rabanito”, ”Ey Superyó, no te hagas el vivo, recatate ehh, que el Yo va a hacer lo que yo diga ” y otras. Por suerte esto se pudo arreglar con algunos pocos ajustes en los grados libidinales.

A pesar de las evidentes ventajas, el nuevo sistema todavía tiene algunos inconvenientes menores que se espera se mejoren en las próximas versiones. Entre ellos se destacan la desprogramación mental (cuando se pasa cerca de un microondas), la coprofilia y la explosión súbita del cráneo.

Este maravilloso producto ya está a la venta, tanto en farmacias como en Sprayette y otras cadenas de venta telefónica. Se puede comprar en su versión básica, por tan solo $200 ducados venecianos.

El paciente número 3 informó: “Es fantástico, desde que uso el Magic Chip, resolví mi complejo de Edipo, mi aparato psíquico esta más aceitado que nunca y tengo unos abdominales fantásticos ¡¡¡y todo esto en sólo 3 meses!!!

Por otro lado, un grupo de psicoanalistas que repudian la comercialización del Magic Chip, se manifestaron frente al congreso nacional y la embajada de Israel: “Nosotros nos manifestamos en pro del viejo y bien probado análisis artesanal. ¡Esto es un complot de la escuela conductista para quitarnos terreno!”. Tras un par de discursos, se quemó una efigie de Watson, lo que exaltó los ánimos de los concurrentes. Se reportaron actos de vandalismo, saqueos y prácticas onanistas (realizadas artesanalmente, por supuesto). La policía federal no intervino.

El director del centro conductista argentino, José Skinner, replicó en una conferencia de prensa: “¡Ahrr! ¡Galleta! ¡El doctor quiere una galleta! ¡Hello! ¡Hello!”

Se espera que el Chip tenga un éxito arrollador.


Pisar caca en la calle: un ejemplo de metonimia social


Por el Lic. Gabriel Rollonga

Hay quienes ven al Psicoanálisis como una disciplina que carece de interés por el campo social y que tan sólo tiene en cuenta los avatares edípico-personales cuando se analiza la vida del sujeto, como si este no fuera un producto cultural perteneciente a un histórico-social que lo determina.

Nosotros pensamos que esta postura erra, primeramente, al desconocer que el conjunto social está formado por la vasta e intrincada red de círculos edípicos de todos los sujetos; es decir, todo sujeto es padre o madre o hijo o hermano o primo o sobrino o abuelo o tío, etc. de algún otro sujeto. Como se ve, concebimos la trama social en toda su complejidad.

En segundo lugar, afirmamos que para el psicoanálisis existen mecanismos sociales homologables a los mecanismos psíquicos inconscientes, y queremos objetar tales cuestionamientos con un simple ejemplo de lo que llamaremos “metonimia social”.

Sabemos que Lacan, sirviéndose de la lingüística, toma el concepto freudiano de “desplazamiento” para formular su “metonimia” como una de las leyes del inconsciente: aquella que hace remitir de una significación a otra a partir de la conexión de un significante con otro en la cadena significante. Entonces, el deseo que viaja de un objeto a otro constantemente, o el discurso que migra de palabra a palabra, son algunos ejemplos de metonimia.

Ahora pasemos a nuestro ejemplo. ¿Quién no ha pisado caca en la calle alguna vez? El sujeto contemporáneo, cosmopolita, se funda como tal a partir del momento mítico, estructurante, en que pisa mierda en la calle. Acaso sea inútil preguntarse por la causa o por la génesis del suceso (podemos suponer, sin embargo, la ruptura de la correa significante en el lazo dueño-perro). Lo importante es que sucede, y que se puede decir de todo sujeto hablante que camina por sus propios medios que él pisa caca en la calle.

La enseñanza de Lacan nos abre aquí, con su lucidez, la siguiente consideración fundamental: el sorete es el sorete del otro.
Cuando pisamos mierda, ¿acaso no es mierda ya-pisada por otro? Y aun si fuera un sorete entero, ¿acaso no es un sorete cagado por un otro o su perro? Nos encontramos entonces con la incuestionable dimensión social del pisar-caca. Cuando piso caca, piso la caca que otro pisó (o en el caso mítico-originario, que otro cagó), y a la vez que otro pisará después de mí, y así hasta su asintótica disolución en la acera del algún barrio porteño. ¿No es esto un claro ejemplo de metonimia, de metonimia social? Ser un sujeto hablante de la posmodernidad es habitar el espacio público pisando la mierda del otro todo el tiempo, sorete tras sorete tras sorete, todos soretes del otro.

Acostumbrados como estamos a escuchar la mierda que nos trae cada paciente en la sesión, decimos que esa mierda que nos trae es social, es decir, tiene que ver con su mamá, con su papá, con su hermana…
Entonces, para aquellos que dicen no ver en el psicoanálisis la estrecha ligazón del psiquismo del sujeto con su entorno social, he aquí para contrariarlos un ejemplo… Un ejemplo de mierda.

Tótem y Privatización


Por: El Facho Fachero

Hablar de la privatización de la educación pública en la Argentina, suscita dentro del ámbito estudiantil una acérrima repulsa (o hablando mal y pronto, una pija en culo de negro puto y judío). Pareciera ser éste un tema fuera de cualquier tipo de consideración o discusión seria. Pero en una realidad universitaria en la que las instalaciones físicas se caen a pedazos (todos saben quienes son los que escupen en los pasillos y defecan en los ascensores), con un nivel académico en vertiginosa picada y con profesores e investigadores percibiendo, con suerte, una remuneración económica miserable, no podemos desestimar los beneficios que ofrecen ciertas medidas neoliberales.
Y como si fuera poco, los del centro de estudiantes (llamado así aunque parecería más el centro de negritos cabeza, ingesta cerveza, profetas del evangelio marxista, que no aprobaron ni dos materias y tienen la higiene personal de un marrano) protestan, cortan calles (impiden a los verdaderos trabajadores llegar a su trabajo), hacen escraches (ni me voy a meter en el tema), fiestitas utilizando el espacio de la facultad (¿quién paga los destrozos de la última vez?) y demás negradas muy bajas para mencionar.

Lamentablemente, la universidad está infestada de una estirpe de pseudosocialistas “progres” (lamedores del ojete de la vagancia), cuyo único y real interés es que no les metan mano en sus bolsillos (ni les saquen el faso ni la cerveza). ¡Pero claro!, las autoridades los toleran, y hasta estimulan sus brutos discursos, por que ellos más que nadie sirven para perseverar al sistema en el estado corrupto y fragmentado en que se encuentra. “¿Acaso no pagamos todos nuestros impuestos? El gobierno tiene la obligación de brindarnos la educación que merecemos.” Repiten incesantemente estos neandertales de poca frente (me pregunto cuántos de estos tienen un trabajo digno, y cuántos pagan impuestos). ¿Acaso no saben que hay más de 10 millones de argentinos por debajo de los límites de pobreza (gente honrada y de raza)? ¿Acaso no saben que la deuda externa de la Argentina asciende a más de 170,000 millones de dólares? ¿A dónde creen que puede ir a parar el dinero que pagan en sus impuestos? (¿alguien dijo planes de asistencia social? Mejor decirles “sueldos por no hacer nada a vagos que se pasan el día fornicando y teniendo hijos”).
En una realidad social de hambre y endeudamiento generalizada, la educación ciertamente no es la prioridad nacional. ¡Es tan poco lo que uno puede esperar de un gobierno organizado democráticamente!. En ésta tiranía del pueblo, las necesidades apremiantes de los marginales y las lacras sociales, obnubilan las altas aspiraciones de superación nacional y de progreso.
¡Cuándo entenderán que hemos de ser nosotros mismos los que debemos de apropiarnos de nuestros espacios públicos! Lo público no es feudo estatal, sino propiedad del pueblo por derecho. ¡Basta de discursos mentecatos y de politiquierías baratas! ¡Basta de marchas y de paros que no resuelven nada!
¿Qué beneficios esperaríamos de la privatización de la facultad? Primero que nada, la administraría gente especializada y aumentaría la rentabilidad enormemente; hoy en día la plata se desperdicia por malas administraciones, negociados internos y otras calumnias. Segundo, los docentes trabajarían con sueldos dignos, evitaríamos la fuga de cerebros y se podría exigir un nivel académico riguroso brindando clases de apoyo para todos. Tercero, privatizar la facultad significa más equipo, mejores materiales, más seguridad en la facultad, mayor limpieza y mejores condiciones edilicias. Cuarto, significaría sacar a los negros cabeza que mean la facultad y sacar todos los carteles basura que cuelgan esos impúdicos.

Goethe dijo: “Lo que has heredado de tus padres, para poseerlo, gánalo”. Ya es hora de que nosotros nos apropiemos de la dignidad que nos han quitado tan vilmente. Ya es hora de que tomemos los espacios que nos han sido arrebatados por esos hatos de lamebotas partidiarios. ¡Unidad en la lucha para recuperar nuestra dignidad como estudiantes!

sábado, 26 de julio de 2008

Se desarrolló un nuevo método conductista: La Heladoterapia®.


Por Manuel Golozo

Efectividad comprobada científicamente.
El 80% de los pacientes tratados con el nuevo método del helado de vainilla sintieron una mejoría del 48% y una disminución considerable en sus síntomas.

Las personas se angustian por una suma de elementos negativos en su vida, elementos angustiantes. Éstos pueden compensarse por elementos positivos, gratificantes y el helado de vainilla es muy gratificante.

La estudiante de 23 años Maria Vitro, después de haber perdido el brazo derecho en un accidente ferroviario al recibir su helado, dijo “Muchas gracias” y cambio su cara por una sonrisa.

Pero los avances en el campo de la heladoterapia® no se han alcanzado sin contratiempos ni reveses. Tal es el caso del helado de frutilla. Científicos de la Universidad Nacional de Hanover, pudieron constatar un claro proceso de degradación psíquica y deterioro corporal en aquellos individuos que consumieron más de 8 litros de helado de frutilla por día. El experimento se llevó a cabo con 20 voluntarios, que durante un período de 6 meses ingirieron entre 6 y 10 litros de helado de frutilla diariamente: “Creemos que es el PH más ácido de la frutilla, el que conduce a los sujetos a éste estado lamentable” Afirmó el doctor Otto Heisinberg, director de la investigación.

Los sujetos aumentaron en promedio un 244% de su peso original. Los síntomas psíquico-físicos que se revelaron como los más usuales, son una alta excitación mental, sudoración, hiperactividad, brainfreezing, verborrea, afasia, ataraxia, agnosia, y finalmente, la muerte. “Habrá que seguir experimentando. El campo de los gelattos es sin lugar a dudas un fértil terreno para la investigación psicológica. La escuela conductista alemana ve en la heladoterapia® el método curativo del futuro. Habrá que probar con otros gustos…”.
Actualmente el equipo del doctor Heisinberg se encuentra realizando diversas investigaciones con helados de chocolate, pistache y marroc, al mismo tiempo que tramita con el Dr Cormillot un negociado millonario fruto del cual podrían usarse helados bajas calorías.

Aunque los científicos creen que este nuevo método podrá ser la cura definitiva al síndrome de ansiedad post traumática (SAPT), el síndrome obsesivo compulsivo, el mal de chagas, la fiebre tifoidea y el virus de HIV, algunos psicoanalistas, sin embargo, se muestran pesimistas. El conocido psicoanalista brasilero Nâorberto Massuco-no-Abacaxi opinó que “(…) entonces un obsesivo le va a ver al helado de vainilla restos del de chocolate… y una histérica no va a chupar nada que pueda mostrarse como un posible subrogado del pene... El método no tiene futuro con neuróticos graves”.
Lo cierto es que si usted es uno de esos con el helado aplastado en la frente, y además no le cabe una terapia larga para resolverlo… ¿por qué no prueba con la Heladoterapia®?

miércoles, 23 de julio de 2008

La doble vida de Meltzer: de día, reconocido psicoanalista, de noche, ¡¡¡EL PAYASO DE IT!!!

Se descubrió que el renombrado psicoanalista neoyorquino Donald Meltzer mantuvo una doble identidad durante toda su vida adulta. Mientras que de día ejercía la docencia, el psicoanálisis y la investigación psicológica como un buen ciudadano, padre ejemplar y esposo siempre cumplidor, de noche se paseaba por los suburbios de la ciudad vestido de payaso y asesinando niños con gozoso placer.

Se le adjudica la muerte de 27 niños y un perro. El perro se llamaba Tobías, pertenecía a su vecino John Broadus Watson y fue salvajemente golpeado con el tomo dos de Melanie Klein, lo que produjo su instantánea muerte.

Se sabe que el famoso personaje de la novela de Stephen King que luego se convirtió en una exitosa película fue inspirado en el mismísimo Meltzer.

Recién el jueves pasado se resolvió este intrincado caso. “Tarde pero seguro” Dijo el Teniente David Milteston. La razón de esta demora se debió a que, por una vergonzosa equivocación, el caso había sido asignado al departamento de policías de la República Argentina y, por ende, archivado en empolvados ficheros en un sótano de Bursaco. Por suerte el caso fue encontrado por Jonas Weyson, empleado de limpieza del lugar y posteriormente devuelto a la justicia del estado de Nueva York.

Próximamente saldrá una nueva película que incluya también el aspecto psicoanalista de la vida del payaso asesino.

... y para los que después de leer todo esto preguntan ¿y quién carajo es este Meltzer? déjense de joder loco y aprendan un poco de escuela inglesa que Lacan no fue el único que supo seguirle el chamullo a Freud.

domingo, 6 de julio de 2008

Foucault con Chapas


Se abrieron sus ojos
Que guardaban asbesto
Destapó se su cara
Del pesado lienzo
Temblequeó abrumado
Aún dócil su cuerpo
El tiempo transformado
Y articulado el tormento

Salió de su féretro
Respiró un momento
Marchó por las calles
Y vigiló su empeño
Trabajó en sus partes
Individualizó su cuerpo
Se ubicó en su rango
Y desplazó por el medio

Un hombre en la calle
Preguntó en desconcierto
¿No es ese Foucault
Que surgió de los muertos?

La momia paseaba
Cual soldado enérgico
Perfeccionaba su marcha
Analizaba se el cuello
Encontró un espejo
Se miró su elemento
Y dijo se perplejo:
“Que poco bello”

Asistió deprimido
Al espacio terapéutico
Recompuso sus máquinas
Dividió su sueño
Se marcó el detalle
Y reconstruyo a despecho

Un nuevo transeúnte
Que observó al siniestro
Preguntó en desconcierto
¿No es ese Foucault
Que empezó tratamiento?

Evitó los grupos
Se clausuró en su zona
Controló su ello
Se volvió una persona
Aprendió en la escuela
Curó su rizoma
Se compró un celular
Y miró las horas

Ana Fernández de paseo
Pasa y mira con deseo
Y le surge la pregunta
“Fieles ojos, ¡lo que veo!
Foucault con chapas
¿será cierto?”

Michelle se acerca y le cuestiona:
“Usted, querida señora
¿Me impondrá otro argumento,
quien soy yo sino un cuerpo muerto?

finalmente muerto, finalmente libre
ya no quedará ningún incierto,
quien desearía dominar un fiambre
¿le estará faltando el aliento?”

Ana Fernández reconoce
A pesar de su doloso goce:
“Por Castoriadis, ¡que profecía!
Esta misma mañana yo creía
En todas las cosas que decía
Ya ahora usted me hace dudar...

Pero espere un poquito
De un poco marcha atrás
No se me haga el vivo
¿No leyó usted a Lacán?
¡deconstruyase espectro!
¡que sino lo voy a castrar!”

Foucault aterrado,
se atajó en serio
La miró de reojo
y frunció el seño.

“A usted lo han engatuzado
No se le ha disociado el poder del cuerpo
Se lo pido bien, de onda
Vuelva se al cementerio”

Y así por mandato casi divino
Reconoció eficaz la institución
Miró por ultima vez el camino
Sacudió su cuerpo y partió
El fantasma, el parisino
Retorno inmutable a su perdición
Volvió sus pasos al olvido
Y dejo las chapas sobre el sillón.

Un caso clínico: ¿de qué se ríe la sandía cuando la cortan al medio?


La sandía es un cucurbitáceo. ¿Qué es un cucurbitáceo? Es la familia de las plantas angiospermas dicotiledóneas de tallo sarmentoso, pelo áspero, hojas sencillas y alternas, flores regularmente unisexuales de cinco sépalos y cinco estambres, fruto carnoso y semilla sin albumen, como la calabaza, el melón, el pepino, etc.

Tenemos la impresión de que para responder a nuestro interrogante –así como para responder a cualquier otro interrogante- vamos a necesitar del psicoanálisis lacaniano. ¿Por qué? ¿Es que no escucharon recién? “Angiospermas”, “unisexuales”, “semilla”, “pepinos”, “melones”, “familia”… El método lacaniano nos permitirá dar cuenta de la verdad de la sandía, y para ello vamos a necesitar que ella nos hable.

Inmediatamente nos surge un problema epistémico: Kant diría que no podemos conocer “la cosa en sí”, el “nóumenos” (recordemos aquella frase suya: “No se puede conocer el nóumenos. Sólo se puede conocer maómenos.”). Pero este problema es tan sólo ilusorio, pues sabemos que en el Seminario 589 (“El psicoanálisis y sus frutos”), página 15, versículo 3, Dios -digo, Lacan- afirma que “La sandía no existe”.

Sin palos en la rueda analicemos, entonces, a una sandía, recién traída de la verdulería. Nuestro axioma es: el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Pero… ¡la sandía no tiene inconsciente! No es un “sujeto del inconsciente”, ni habla, a pesar de que su procedencia de la verdulería le haya hecho entrar al mundo humano… Entonces, cuchillo en mano, procedamos a la escisión de este sujeto-por-venir: ¡Zaac!... ¿Escucharon? ¡Se está riendo! Ya podemos afirmar que la sandía simboliza, tiene inconsciente, está escindida, castrada…

Pero… un momento… ¡esta sandía debería estar muriéndose de angustia! Debería estar hablándonos de sus fantasmas incestuosos, contándonos lo mal que la pesó el verdulero, confesándonos que le falta lo que tiene la banana… ¿De qué se ríe entonces la sandía? ¡Dice que se ríe de que no le falta nada, de que no está castrada, de que está llena de semillas, de vida, de que aún en el final va a poder ser parte de una ensalada de encuentros!

Sin embargo, este acceso de alegría no es sino ilusión: en realidad, ella se ríe porque el gran Otro la desea como postre, sin darse cuenta de que para ello la van a despedazar.

Y bien, ¡viva nuestra teoría! ¡Llegamos a una verdad libre de dudas! Porque si nuestra interpretación de por qué se ríe la sandía es correcta, luego dimos en el blanco. Y si es incorrecta, quiere decir que “mandamos fruta” o que “dijimos cualquier verdura”, ¡lo cual nos remite a la verdad de nuestro sujeto!

Bueno, muy bien, por hoy vamos a dejar acá... ¿Qué dice la sandía? ¿Qué no puede pagar la sesión? Mmm... bueno, si no tiene un mango partido al medio, habrá que trabajar para conseguirle la media naranja que le banque el análisis. Porque aunque no lo quiera, tarde o temprano se va a tener que angustiar…

SECRETO AMORÍO ENTRE FREUD Y LACAN


Se ha corrido el rumor por los pasillos de nuestra querida Facultad de Psicología de que el célebre y siempre recordado Sigmund Freud, durante su estadío en Lapznik en el período agosto-setiembre de 1930, mantuvo comercio (homo)sexual con el prominente Jacques Lacan.
El suceso habría sido desencadenado luego de un sencillo pero intenso intercambio de elogios en los pasillos del Décimocuarto Congreso de Psicoanálisis. Dicen fuentes que Lacan le dijo algunas cosas al oído que hicieron "derretir cual cucurucho de vainilla" (según un anónimo que estaba escuchando) al médico de Viena.
Se sabe que Freud, en los comienzos del íntimo acto, tuvo problemas de erección (probablemente por la merca que se había clavado esa mañana) pero que no bastó más que una oral recorrida por los desarrollos de la libido de Abraham para reactivar dicha zona erógena y dejarla "lista para empezar".
Como prueba de dicho siniestro se encontró un video del acto filmado por un celular de la época que próximamente (luego de censurar algunas partes demasiado explícitas) será publicado adjunto para los incrédulos.